lunes, 19 de junio de 2017

Isla y cafuné

a quien me nombró la palabra 'cafuné' 
(acto de acariciar con ternura el cabello de la persona que amas; en portugués de Brasil)
_________

Regreso a aquel mismo momento muy a menudo: hay un abandono de caricias en mis ojos de catalejo naufragado. Las golondrinas besan el amanecer y su rumor se mezcla con el de la gente recogiendo los pedazos de la noche. 
Estaba tan solo como lo estoy ahora y no me duele; el silencio escribe con palabras imposibles; ahora me fascino con alguien que sí entiendo y recibo una grieta como la de quien mira por el catalejo y recibe abismos, un pensamiento roto o unas manos acariciándose a sí mismas por imposibilidad o cansancio, el cafuné lejano y el silencio intraducible.
No tengo más país que mi cuerpo ni más esperanza que la lengua.
Otros países y esperanzas me abandonan en la isla cuando la música baila en las heridas
y hay silencio.
No busco más lugar que el del encuentro
y no encuentro más tierra que el exilio
ni más piel que la pereza, la fatiga de los barcos en las nubes
y el impulso de saltar para que la soledad sea paisaje
para que al aterrizar sean tus manos el agua o el viento de mi pelo
para inventarnos así el silencio como dos islas que se unen. 

0 Comentarios:

Luces

 
Con la tecnología de Blogger.