I
me devuelvo
a la aguardadora
insomne
y es un sólo ella con su muerte
quien me espera
mira
un violáceo mundo en la violencia
del sin ti
tan en el conmigo que aprehendo
sólo el muerto
al que devuelvo sólo
el segundo de esta calavera
patente en cada axioma de la piel
II
me revuelco en las crecidas uñas
de esta sombra
pared contra pared
habitación que aplasta en mí una ruina,
rostro donde quizá algún día
yo
III
salí a buscarte
y mi caricia
fueron dedos de morado sin oxígeno
en el cuerpo de tu huida
IV
la noche
cae con cráter y en el sueño
no hay volar
tan sólo viento
el movimiento de tu cuerpo-Adiós
tan quieto yo
tan otra vez
en la seguridad de la caída
V
y un nudo
un temblor blanco
el asesino ojo en el espejo
/no tengo más dependencia
que el cristal partido burbujeando en
piel:
por una prueba de un amor
sin lejanía
VI
un puente roto
allí debajo
toda esta piel descalza
como página vacía
conquistada por la estrella gris de escombro
nada más sólo devuelto
al golpe
la señal
de las ausencias, vida nunca hecha
para mí.
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