Las anémonas del acuoso suelo
miran los rincones de mi yerma tierra
se preguntan
como tú/
a dónde me voy con todos
los precipicios
Las alas han dejado de buscarme.
las ventanas siembran
la soledad, como un corazón en la inerte
sombra de los maniquíes.
Y algún día
saltaré
saltaré sin la consciencia
del final del pozo...
Las anémonas
me miran desde su tallo y su flor.
mis ojos secos
están llenos de llantos
que ya no sé expresar.
y la casa del lenguaje
me abandona al precipicio eterno
de esta soledad y este
silencio.
3 Comentarios:
Me pregunto lo mismo que todos...
Alguna de las tantas preguntas que nos hacemos tiene que ser la misma para todos...
una pregunta recurrente y esencial...
¿a dónde voy?
¿dónde el silencio compartido?
¿dónde el silencio comprensivo?
No sé... hay muchas de esas preguntas...
Precioso
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