jueves, 9 de febrero de 2012

Democracia de ceniza, justicia de papel


   La acusación abanderada por los jefes corruptos de la trama Gürtel, Francisco Correa y Pablo Crespo, consigue, de la mano del justiciero Tribunal Supremo, inhabilitar a Baltasar Garzón once años.
    El Supremo ha tenido muy en cuenta que Garzón ordenara intervenir las conversaciones de Correa, de Crespo y de Antoine Sánchez con cualquiera de sus abogados. El Supremo ha dado el máximo valor a este dato, interpretándolo como una violación al derecho de defensa. ¿Acaso se viola así el derecho de defensa, teniendo en cuenta que lo que Garzón buscaba era demostrar unos delitos de empleados públicos que intentaban aprovechar la propia condición de empleados públicos para su beneficio personal? (me pregunto yo)…

    La acusación contra Garzón, el juez (por justo, ya no por serlo -desgraciadamente-), no ha escatimado en calificativos hacia Garzón: “inconstitucional”, “infamante” o “monstruoso” han dicho. Aunque claro, todo entre odas al compañerismo que les unió durante años en la Audiencia Nacional. Por otro lado, Antolín Herrero y Pilar Valcárcel han defendido la legalidad de la actuación del juez Garzón interviniendo las conversaciones de la trama Gürtel por considerarla “proporcionada” en relación a la gravedad de los delitos. A pesar de esto, el Tribunal Supremo, mostrándose totalmente regio y agresivo en su sentencia ha condenado a Garzón por “prevaricación y delito cometido” con el “uso de artificios de escucha y grabación”. Ha llegado a comparar esas prácticas (que en otros juicios sirven como pruebas totalmente válidas) con prácticas propias de regímenes totalitarios. (Y yo a esto lo llamo burrada). No discuto aquí hasta dónde llega el límite de la confidencialidad para conseguir pruebas. Lo que discuto es el hecho de que el poder influya tanto en esta condena. Lo que se desprende de esto es la podredumbre del sistema judicial español, su corruptibilidad.
    Y así, la primera víctima del caso Gürtel (además de todos los que nos sentimos estafados) es un juez. ¿Un juez polémico? Puede ser. Pero un juez que ha ido y ha tratado de cortar por lo sano con la corruptibilidad política, en su caso en la trama Gürtel. Y ahora el que va a tener que pagar a Francisco Correa es el mismo que ha intentado demostrar lo denostable y lo injusto de la trama en la que Correa estaba inmiscuido. El balance ante ese intento: once años de inhabilitación; y aún dos juicios contra Garzón por celebrarse.
    Y por su parte, Francisco Camps absuelto. Francisco Camps, el “ejemplar”, el “militante destacado” (según Mariano Rajoy y el portavoz del PP Esteban González Pons). Camps absuelto por el caso de los trajes, que recordamos, es sólo una pequeña parte de todo el caso Gürtel. Además del caso de los trajes, en el que Camps ha salido de rositas (absuelto de cohecho por cinco votos contra cuatro, tras el fallo del jurado), el Tribunal Superior de Justicia autonómico investiga desde mayo el grueso más amplio del escándalo. Están imputados Vicente Rambla (número dos de Camps en el gobierno valenciano) y Ricardo Costa, mano derecha del expresident, acusados ambos de amañar contratos millonarios y de conseguir financiación ilegal para su partido a través de la trama empresarial del Gürtel.
    A lo mejor también salen absueltos. A lo mejor también tras la absolución pasa como con Camps en el caso de los trajes: que la fiscalía se echa para atrás a la hora de recurrir la sentencia y llevarla al Tribunal Supremo; hecho en el que la izquierda valenciana ve (y quizás no sin acierto) presiones del Gobierno de Rajoy al Ministerio Público. Y si la Fiscalía Anticorrupción se echa para atrás justo después de una sentencia tan injusta (al menos para la causa anticorrupta), es como mínimo para pensar en presiones de quienes tienen el mando del poder...
    Podríamos hacer más comparaciones y nombrar el caso Urdangarín en sus relaciones con Camps… Podríamos nombrar Mercasevilla, el caso Faisán, las Islas Baleares… Podríamos nombrar del mismo modo a unos partidos políticos o a otros. Podríamos nombrar muchos más casos en los que la corrupción parece tan evidente como absuelta de toda culpa y responsabilidad (política y judicial). Pero como eso es lo normal en este país… Nos quedamos callados mientras se juzgan jueces en búsqueda de justicia (más allá del sometimiento o no a la ley escrita).
    Pero mejor será seguir luchando y seguir persiguiendo a los tramposos; luchando por dar justicia y recuperar la memoria perdida de los republicanos, por ejemplo; luchando por atacar de raíz a los que se ríen de lo público mientras lo defienden hipócrita y falazmente; luchando por cambiar las cosas desde caminos nuevos, caminos creados con valentía para tener un mañana mejor. Siempre será mejor eso que el silencio o la quietud.


    La Plataforma "Solidarios con Garzón" ha convocado para esta tarde a las 19:00 horas una manifestación a favor del magistrado en la Puerta del Sol de Madrid. Bajo el lema, "Contra la vergüenza de una inhabilitación injusta", los convocantes se unirán para protestar "en repulsa de la sentencia" del Supremo.

Fuentes: Sentencia del Tribunal Supremo // El País // El Mundo // Público // CadenaSer

1 Comentarios:

Eva dijo...

Buen artículo Javi!
Una vergüenza... más.

Luces

 
Con la tecnología de Blogger.