jueves, 16 de junio de 2011

Entonces

(Banda Sonora del Poema)

Si el sol se está muriendo
si la luna está llorando
si la paz está sangrando
entonces,
sueño.

Si los sueños se nos duermen
si la ilusión se vuelve ilusa
si el abrazo está tan solo
entonces,
lágrimas.

Si los ojos están secos
si los ecos del recuerdo agonizan
si las tripas de la prisa son mil nervios
entonces,
calma.

Si el silencio está corrupto
si el poder también lo está
si te vas y te obligan a volver
entonces,
agonía.

Si compites y pierdes
si la pérdida es su risa
si nada queda por hacer
entonces,
movimiento.

Si la corriente es quietud
si la inquietud se paraliza
si te esquivan la mirada
entonces,
lucha.

Si se me congela la sangre
si se me cae el pelo
si el tiempo sigue juzgando
entonces
risa.

Si todo me parece absurdo
si el absurdo es como la nada
si este nado es un ahogo permanente
entonces
emerger.

Si la angustia vive en nosotros
si la bacteria del reloj nos atosiga
si el color del mundo es gris
entonces
caricia eterna.

Si de nada sirve un poema
si mi rumbo es una pérdida constante
si esto sólo es ceniza pura
entonces
cigarrillo
y escritura.
Escritura
si me nace del corazón o la sonrisa
si me duele la muerte del sol y del mundo;
escritura
sí.
Escritura
si necesitamos un cambio
si esperamos un sueño,
despertar.
Entonces…
despertar
con la escritura del cambio
con el cambio
para escribir
un nuevo mundo.

martes, 14 de junio de 2011

Resucitar

La fuerza de la vuelta
caminante paciente
/veloz enjambre inquieto
por la muerte que vuelve también

antes de que la flor prospere...

Regresar a otra montaña
desde el ceniciento campo de azabache
/observar desde la lejanía:
su sombra y ella
iluminada por un sol con mil pasiones

Ida y vuelta
Una vuelta a los porqués
a ese siempre
siempre propiedad del nunca tan insomne

Mejor saborear
el teñido parto del quizás
y abrir esa latente puerta
siempre dispuesta a hacer
sonar el piano de la vida

Resucitará mi enjambre de pasión
con la sonrisa exenta
mirar de magia,
aquél de niño...

Resucitaré cuando no respire de ese
cigarro tan mutuo
/el sumo humo del odio

Resucitaré...
resucitaré
cuando sueñe
de nuevo
sin pensar en el por qué ni en el jamás
Resucitaré...
cuando los absurdos
se conviertan en tal vez.

Resucitaré
cuando al abrir
el corazón
se estampe en mí
la palpitante melodía...

martes, 7 de junio de 2011

Estos días.

Banda Sonora del Poema.

Estos días grises de los que se escapa la luz
estos días grises que no se terminan de ir
estos días deslucidos que lucen sin una sonrisa
estos días opacos por los que paso sin preguntar…
no me cambian
no repetirán su monotonía en mí
no me dejarán sin salida
no me arrebatarán el juego al que juego sin más…

Estos días de amor sin caricias
estos días de risa sin voz
estos días de deseos encarcelados
estos días de lluvia tan seca…
acaricio al amor porque es una reliquia
me río con gritos para ser el ausente sol
libero el anhelo de sueños quebrados
y me empapo del alma que tienes tan llena…

Estos días
me escapo del muro
estos días
enciendo la lámpara con el humo
estos días
palpito con la razón del absurdo
estos días
/de muerte, tristeza y silencio/
me muero viviendo
lloro riendo
y callo gritando.
Estos días
la revolución nace dentro
estos días
se agitan la calma y el nervio
estos días
me quedo, me quedo, me quedo
buscando querer estos días. 


lunes, 6 de junio de 2011

Flamanjazz.

(Para leer al ritmo de este temazo, lentamente)
(Banda Sonora de la descripción; necesaria)


           Flamenco Sketches suena de fondo, o más bien de superficie sobre la cual las letras caen como cae sutil la primera nota de Miles. Asordinando el tiempo en un momento, en un pedazo de metal, en un pedazo de letra. Todo se va llenando de humo, de un canto de bebé llorando por estar recogido en el feto inútil de la esponja, la esponja de este aire que ahora respiro; algodonado hasta que llega Coltrane y recoge la sangre del esputo triste del mañana. Destronando mitos con una pasmosidad a Tenor con su sensibilidad, lanzando y eligiendo aire para llegar a una cima de la que cae, a la que vuelve, de la que cae y vuelve como un yo-yo. Puf, LAzos, DOrmidos, REvolucionando SÍlabas, FAntasía. Bill Evans sostiene la pena con un acorde irrisorio como para ser toda una esperanza y sin embargo, siendo más que la esperanza. Siendo todo lo innombrable del abrazo que deja caer los párpados al otro lado del abrazo; siendo todo lo innombrable de la lágrima que llega a la boca como un caracol a su planta para morir seco, como la planta; siendo Adderley llegando con su saxito por mi cuarto para recordarme un solo triste que acaba tocando puntos álgidos de amor alegre con un feel sexy juguetón y apasionado. Culmen y culmen de la lágrima que se vuelve al ojo después de escuchar esto. 
Un marfil percutido en la cama de unas cuerdas de metal por un corazón y unas gafitas y un pelo de tazón medio caído tienen su turno. Sin espejismos ni adornos, el piano eructa a poquitos y piannisimos (y qué pianísimo!!) la entrada de la ballena herida, trompetística y tímida de Miles. Su timidez se desplaza por el agudo tiempo como un gato por la barandilla que une dos edificios de 200 metros: elegante, seguro de que va a pasar y apagando la llama de la muerte...acabando la escena apoyando la garra, la mano o el cuerpo entero en el contra-tiempo del contrabajo y en la sutil respiración de un splash que me da el aire necesario para descolocar la organización y jugar una vez más.

(Sesión de grabación del disco Kind Of Blue, 1959)

sábado, 4 de junio de 2011

Carta a futuros visitantes:

Banda Sonora de la Carta.

Queridos visitantes, por esta carta (que quizá nunca leáis) podréis pensar que en este lugar nos damos besos y abrazos por la calle, podríais pensar que nos damos la bienvenida cada vez que entramos a un lugar, que nos queremos y respetamos. Pero todo lo contrario. Nos matamos entre nosotros. Sí. Por intereses que algunos conocen y que otros, simplemente, se limitan a esquivar. Nos matamos y nos odiamos con una eficacia máxima, como si fueran atributos de nuestro ser. Seguramente lo apuntaréis en vuestra libreta al llegar: “no aniquilar, ya lo hacen ellos solos”. También nos amamos. Sí. Pero con el tiempo se nos va olvidando, poco a poco, y las habitaciones de hotel y los cuartos donde dos amantes se aman van quedando como el refugio de las pasiones débiles, y las calles atestadas de gente respiran nuestro aire hostil y lleno de preocupaciones. Es raro. Nos volvemos torpes en el saludo, en el abrazo, en los besos y las caricias, y nos hacemos precisos y tecnológicos en el arte de matar –en muchos casos con el pretexto de la riqueza, término abstracto donde los haya-. Sí, sí, amigos, hacemos el amor, sudamos como animales, como seres pensantes  que somos, pero cada vez más el corazón se nos enfría con la tecnología y cada vez más pensamos menos. Pensamos menos en lo que siente el otro. En lo que puedas sentir tú al leer esta carta, por ejemplo; o en lo que pueda sentir una madre al ver como su hijo se desangra; o en lo que pueda tener en la cabeza las sonrisas que se ríen de todo esto. No sé, yo no sé en el resto del planeta, pero en Madrid la gente no camina con paso firme, la gente se deja llevar por todos los objetivos que ha perdido, convirtiéndose en los objetivos que han pensado otros por él o ella.  Es raro. Yo me siento raro. A veces pasan cosas buenas, como cuando salimos juntos a la calle y ya no nos dejamos llevar sin más, y buscamos un objetivo, el objetivo del cambio. Y allí entonces nos damos cuenta de todos los besos que no dimos y de todas las veces que no hicimos el amor por haber perdido nuestro objetivo; y entonces empezamos a vivir, a darnos energía y fuerza y risa y a recordamos tantas cosas que podemos ser; que por fin, empezamos a serlas. Eso es bello, hermoso. Espero que sigamos haciéndolo. Debemos aprender a querer otra vez. Seguramente penséis que tenemos que descongelar eso a lo que llamamos corazón y que nos sirve para vivir. Supuestamente, nosotros, la masa de gente que se ve a primera vista cuando habéis llegado a nuestra tierra, tenemos el poder de decidir nuestro futuro; en cierta manera es así, pero más cierto es que los gobernantes deciden por nosotros, con nuestro “beneplácito”. Lo cierto es que la clase alta de los que deciden son el ejemplo de todo lo que se nos olvidó ser: un beso, un abrazo, un corazón; y son el ejemplo de todo lo que no deberíamos ser: un odio frío, una distancia, una aparente corrección.
Queridos amigos, intentaremos cambiar todo esto para que nuestra tierra sea un lugar digno de lo desconocido; para que esta sea una tierra habitable y limpia, donde la suciedad tan sólo se llame caricia, beso, abrazo, y no se llama muerte, odio o destrucción.

Nos vemos. Un abrazo.


Luces

 
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